La Rosa de Jericó puede verse de dos formas totalmente distintas.
Si el entorno no es de su agrado o tiene escasez de agua se cierra en una bolita y entra en una fase de letargo, en la que puede mantenerse viva durante años.
Cuando se le añade agua o está en un ambiente húmedo, en un par de horas puede observarse cómo abandona su forma redondeada para abrirse y recobrar un espectacular verdor.
De ahí surge el otro nombre por el que es conocida, «Planta de la Resurrección», pues en poco tiempo tiene la capacidad de regresar a la vida después de estar «aparentemente muerta».
Es utilizada como una planta protectora del hogar y transformadora de energías, a la vez que se considera portadora de buena suerte.
También se coloca en los negocios para limpiarlos de malas influencias, favorecer las ventas y aumentar el dinero. Para ello, suelen colocarse en el agua donde se encuentra, cinco monedas de curso legal y una piedra imán.
Esta maravillosa planta también puede proporcionar ayuda para eliminar las envidias, los celos y las tensiones.