El árbol Ceiba era considerado un árbol sagrado en diferentes culturas, como la maya, en la que de acuerdo a su creencia, son las ramas de este árbol las que permiten la apertura de los 13 cielos.
Según la cosmovisión de muchos pueblos indígenas, el universo está estructurado de tres planos, los cuales se comunican a través de la Ceiba sagrada.
También se venera en algunas de las etnias amazónicas del Perú, pues se dice que allí viven ciertas deidades de la selva.
En la santería, su orisha es Iroko.
Bajo sus frondosas ramas se celebran ritos y ceremonias religiosas para atraer la abundancia y la prosperidad, en las que incluso sus flores se utilizan para lograr este fin.
Asimismo, cada varilla está hecha a mano utilizando las flores, hojas y hierbas seleccionadas, creando una experiencia aromática auténtica y envolvente que captura la esencia pura de la naturaleza del árbol Ceiba.
La fragancia de este incienso no solo perfuma el ambiente, sino que también promueve la relajación, la meditación y el bienestar general.