Para los nórdicos, el mundo de los humanos era solo una rama más del gran Yggdrasil, el fresno del mundo. Nueve mundos posee Yggdrasil, y por ellos pasó Odín antes de obtener el secreto de las runas.
Utiliza el incienso botánico Yggdrasil para tus rituales adivinatorios o para entrar en meditación.
Su cuidada fragancia será una grata ofrenda a tus deidades y aportará la atmósfera perfecta para tus prácticas espirituales.