En el contexto mágico, el Sello de Salomón o Estrella de David, se usa como un talismán protector contra energías negativas y mal de ojo.
Ayuda a mantener equilibrio y claridad en la toma de decisiones.
El triángulo hacia arriba representa el fuego y el espíritu, el que apunta hacia abajo el agua y la materia. Juntos crean una unión de contrarios, favoreciendo el amor y la paz interior.
También se le atribuyen poderes para atraer bienestar material y fortaleza física.
Antiguamente, era muy común que los viajeros portaran este sello para asegurarse un trayecto seguro.
Se le considera un talismán muy completo, pues no solo protege, sino que también equilibra, guía y fortalece.