A lo largo del tiempo esta piedra fue considerada por diferentes culturas, como la piedra de la creación a la que se le atribuyó el poder de la fertilidad, la fuerza y la vida.
Desde entonces tiene mucha fama como amuleto de buena suerte, sobre todo, para los juegos de azar; aunque también se viene utilizando en muchos rituales de sanación.
Se dice que si se regala ayuda a quien lo recibe, a encontrar el amor ideal.