¿Es lo mismo un Talismán que un Amuleto?

Aunque suele hablarse de amuletos y talismanes como si fueran lo mismo, realmente existe diferencia entre ambos, aunque a veces, es ciertamente confusa la línea que separa a estos objetos de protección.

Por lo general, cuando se trate de un objeto formado por algún elemento de la naturaleza, ya sea el animal, el vegetal o el mineral, como podrían ser el colmillo de un lobo, un trébol de 4 hojas o una piedra, y que atraiga protección y buena suerte a la persona que lo lleva, nos estaríamos refiriendo a un amuleto.

Cuando sobre este objeto, se hagan invocaciones o se tengan en cuenta la Astrología, horas planetarias, se le inscriban firmas angelicales o símbolos cabalísticos, se decidan colores o metales más adecuados para el portador o la finalidad de dicho objeto, entonces nos estaríamos refiriendo a un talismán. 

De esta forma, un talismán resulta ser un objeto más elaborado y trabajado de manera más compleja, para lograr alcanzar los deseos concretos de su portador, y que requiere, a su vez, una ayuda experta.

Ya estén formados de piedras, colmillos, de distintas hierbas o plantas, los amuletos y los talismanes han existido siempre, y el ser humano ha recurrido a ellos, con confianza y fe, incluso desde épocas prehistóricas.

Según cuál sea su forma se usan para distintos fines, así los talismanes en forma de corazón favorecen el amor y la fidelidad, mientras que los de forma triangular atraen la buena suerte y el progreso económico.

En cambio, si lo que se busca es una protección espiritual o rechazar el mal, los más apropiados son los que tienen forma de mano, ya que se considera que tienen el poder de frenar y desviar las energías negativas que se dirigen hacia el portador.

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