Se dice que aquel que encuentre y lleve consigo la primera margarita de la primavera se verá poseído por un espíritu descontrolado de coquetería, volviéndose inmensamente irresistible hacia el sexo opuesto.
También se le atribuye a esta planta regida por el planeta Venus, el traer de regreso el amor que se ha ido, siempre que se duerma con una de sus raíces bajo la almohada.
Aunque las virtudes amorosas que posee la margarita sean las más conocidas, también podemos beneficiarnos de la Bellis perennis o Margarita de los prados, si lavamos las manos con el agua en la que se han infusionado sus flores, pues de esta manera, la suerte económica y las ganancias se verán favorecidas.