El agua simboliza la materialización de los deseos, es por eso que conocemos numerosas tradiciones de pedir deseos a las fuentes, pues el agua guarda la memoria y la información de todo aquello que entra en contacto con ella.
Al norte de Galicia, en San Andrés de Teixido, se localiza una fuente mágica conocida con el nombre de la Fuente de tres caños.
Después de pedirle al santo un deseo se bebe el agua de los tres caños y para saber si se va a cumplir, se tira al agua una miga de pan. Si el pan flota el deseo será cumplido, al contrario sucederá si se hunde.
Si un curso de agua o un pozo se consideraba sagrado, se veneraba de generación en generación, y las festividades anuales giraban en torno al pozo.
Un ejemplo de estos pozos sagrados o milagrosos, según las leyendas populares irlandesas, es el pozo sagrado de Santa Brígida, en la costa de Irlanda, que todos los años recibe una gran cantidad de peregrinos.
Aunque el poder mágico que se le reconoce al agua, no es tampoco exclusividad de la cultura celta, en Asturias y Galicia, las leyendas de las fuentes sagradas son también muy numerosas.
A su paso por Covadonga, del río Deva surge una fuente milagrosa que brota de una roca. Según la tradición popular quien beba de esa agua se casará antes de que pase un año, pues en ese tiempo encontrará el amor verdadero.
El agua, sobre todo en los pozos sagrados, se utilizaba también como un oráculo de adivinación, pues era como un espejo mágico donde se reflejaba el destino.
