Antiguamente era común la cura con humo para limpiar las malas energías y mantener el ambiente con buenas vibraciones. También se usaba humo en lugares sagrados para hacer ofrendas a las deidades como muestra de respeto, sirviendo además, para perfumar el ambiente o camuflar olores desagradables.
En los rituales, el humo y sus fragancias representan al Elemento Aire.
Desde las más antiguas prácticas chamánicas o de hechicería, se utiliza el humo para purificar los ambientes y los espacios negativos.
Hoy en día, ya es común el uso del incienso y las fragancias de ciertas plantas como la Salvia, el Palo Santo o los sahumerios de hierbas para limpiar las energías ambientales, pues estos humos y perfumes ejercen una directa influencia sobre las energías de naturaleza emocional, mental y espiritual.
El Incienso
El Incienso se forma con varios componentes y el principal proviene de las resinas de los árboles.
Tiene beneficios psicológicos y reconfortantes para la mente por lo que es habitual en las meditaciones. En la magia, se emplea para llevar a cabo el ritual con mayor concentración y para favorecer la comunicación con otros planos. Purifica el Altar alejando las energías negativas y perturbadoras.
El incienso más habitual es el de grano o resina, que se quema sobre carbón. Los inciensos en conos y en varillas son de combustión directa.
Hoy en día, la industria del incienso ha evolucionado hacia otras formas haciendo referencia a la geometría, como en el caso de los sahumerios con forma de pirámide, triangular o circular.
Resinas Aromáticas
Para obtener la resina que forma el incienso se hace una incisión en los troncos de los árboles. De esta manera, la resina fluye y al contacto con el aire se seca formando unos pequeños granos redondeados de color ámbar o amarillo pálido, con textura quebradiza y de pequeño grosor.
El incienso en resina es el más natural y solo se quema cuando entra en contacto con el fuego, momento en el que se derrite exhalando así su exquisito aroma.
Suele quemarse sobre una brasa de carbón vegetal que se introduce en un incensario de metal.
Sangre de Drago
Una de las resinas más apreciadas y utilizadas en la magia es la llamada “Sangre de Dragón”.
Ésta valorada y apreciada resina proviene del árbol Drago, endémico de un archipiélago africano llamado Socotra. En España también lo hay en las Islas Canarias.
El Drago tiene tanta resina en el interior que cuando se hacen cortes en el tronco, sale a chorros, por lo que causa el efecto sangriento similar al que su nombre indica.
Su resina se utiliza en algunas medicinas tradicionales y como colorante. Tiene un elevado coste ya que solo se recoge una vez al año.
Se quema Sangre de Drago para alejar el mal y las entidades espirituales no deseadas. Incluso llevando encima un pequeño trozo de esta resina seca, se consigue una magnífica protección. Cuando se añade un poco de esta resina a cualquier otro incienso, potencia y multiplica sus poderes.
Mirra
La mirra es una sustancia resinosa aromática con propiedades medicinales. Se obtiene haciendo una incisión en la corteza del árbol, de la cual exuda una resina gomosa, de color amarillo que al secarse tiene formas irregulares y tonalidad pardo-rojiza. Crece al noreste de África, en Arabia y en la región de Anatolia (Turquía).
Estaba muy valorada en la Antigüedad, ya que era uno de los componentes utilizados en la elaboración de perfumes, incienso, ungüentos, medicinas y para diluir tinta en los papiros. Se usaba también para embalsamar a los muertos.
Se utiliza para purificar el ambiente ya que crea vibraciones benéficas y armonía en el entorno. Debido a su alto poder vigorizante fortalece el espíritu ante energías negativas, por lo que su uso es prácticamente imprescindible en cualquier ritual. Su acción purificante es tal que ayuda alograr claridad mental y a conseguir la paz tanto interior como ambiental. Potencia también las cualidades de cualquier incienso que se le añada.