Desde tiempos antiguos se han estudiado y analizado las propiedades de las gemas para tratar los desequilibrios energéticos tanto físicos como espirituales.
Según su composición, color o forma, las gemas y las piedras preciosas son utilizadas en numerosas terapias de sanación. De esta forma, usaremos una piedra con forma de esfera si necesitamos realizar un masaje corporal; o nos inclinaremos por una piedra de color rojo, si lo que necesitamos es activar la energía, fortalecer el cuerpo o potenciar la resistencia física.
También se les atribuyen a las piedras propiedades psíquicas y magnéticas, que las hacen especialmente interesantes en la práctica de la magia tanto talismánica como astrológica.
La Turquesa
Es conocida como la piedra de la alegría y el bienestar y es muy valorada por los viajeros, como un amuleto de protección.
Viejas creencias señalan que las Turquesas protegen del mal de ojo, de la brujería y de los espíritus malignos. La Turquesa simboliza el valor y la esperanza, proporcionando a su vez, toda clase de éxito y triunfo a quien la lleve encima.
Absorbe muy bien las malas energías y ayuda a purificar la sangre expulsando del cuerpo las toxinas nocivas, por lo que está indicada en los trastornos circulatorios.
Puesta sobre el tercer ojo potencia los poderes psíquicos, la creatividad del pensamiento y la intuición. Estimula la pituitaria y se recomienda a quienes sufren dolores de cabeza o musculares.
Tiene afinidad con los signos de Géminis, Cáncer, Acuario, Piscis y Libra.
El Azabache
La piedra mágica gallega
El Azabache es un fósil de origen vegetal al que durante miles de años se le ha atribuido un carácter protector contra todo mal, especialmente contra el mal de ojo y la envidia.
El Azabache de Asturias fue el mejor de España y de Europa e igual al inglés de Whitby, siendo ambos, los mejores del mundo.
Los peregrinos lo traían a Compostela, donde entregaban a los azabacheros, el gremio de los artesanos que esculpían el Azabache, las piezas brutas tal y como las encontraban a su paso por el Camino.
Asociado ya, intrínsecamente, con el Camino de Santiago, como lo testimonian las plazas de Platerías y Azabachería, estos artesanos del Azabache trabajaban la plata y el Azabache tallando figuras, tradicionalmente la Figa, para proteger contra el mal de ojo, aunque también, a lo largo del tiempo, la concha de Vieira, para proteger al peregrino, o la cruz de Santiago.
Hoy por hoy, el azabache está considerado como el Talismán del Camino de Santiago, el protector del peregrino, la Piedra Mágica y el emblema Jacobeo.