La Salvia blanca es uno de los sahumerios más populares. Se utiliza por sus propiedades sanadoras pues es rica en compuestos que disminuyen el nivel de estrés, la ansiedad o la alteración de los estados de ánimo.
Por sus cualidades antimicrobianas y antibacterianas, quemar Salvia blanca contribuye a mejorar la calidad del aire, ayudando a atenuar algunas infecciones como el asma o las alergias. Esta planta ancestral es una de las más utilizadas en medicina natural.
Por su elevado poder espiritual, también se utilizan sus hojas en multitud de hechizos de protección. Se cree que llevar unas ramitas de salvia protege contra el mal de ojo.
El sahumerio con Salvia blanca limpia la energía del aura y ayuda a generar paz, armonizando el cuerpo, la mente y el espíritu.
La Salvia blanca también se quema con otras plantas o flores para que, además de, armonizar y limpiar el ambiente favorezca también la prosperidad, la buena suerte o la felicidad.
La Salvia blanca con flores se utiliza para además de alejar las malas energías, atraer la alegría y el entusiasmo.
La Salvia blanca con Lavanda se utiliza para calmar un ambiente tenso, o después de haber pasado por alguna discusión. También ejerce una función relajante creando armonía en el lugar donde se queme.
La Salvia blanca con Mijo favorece la abundancia y la prosperidad material, por lo que resulta ideal para mejorar los negocios y finanzas.
¿Cómo sahumar con Salvia blanca?
Para realizar un ritual de purificación con Salvia blanca se necesitará:
-Un atado de hierbas de Salvia blanca
– Una vela blanca
– Un recipiente de arcilla o una concha de Abulón.
– Una pluma grande (opcional)
Ante todo, se intentará no inhalar directamente el humo que se desprende en la combustión.
Es de gran importancia tener la mente libre de preocupaciones o problemas y disponer de una actitud relajada pero concentrada en el motivo que nos ocupa. Para facilitar un estado de conciencia adecuado es conveniente mantener una vela blanca encendida.
Al fijar la atención en la llama se debe expresar la finalidad o propósito del ritual. Para ello servirá de ayuda pensar en las múltiples propiedades que proporciona la Salvia Blanca, como la de lograr prosperidad, liberarse de malas energías, limpiar el aura o purificar el hogar.
Sostener el atado de hierbas en la mano dominante. Acercar el atado de hierbas a la llama de la vela para que prenda y luego retirarlo.
Dejarlo arder un ratito y seguidamente soplarlo para que se apague la llama y salga el humo. Debajo, sosteniéndolo con la otra mano, colocar el recipiente de arcilla o la concha de Abulón, para recoger los restos que puedan ir cayendo.
Si el humo se dirige directamente hacia arriba significa que la petición se cumplirá en poco tiempo, en cambio, si va hacia los lados puede sugerir que se necesitará la ayuda de otros o un esfuerzo personal para lograrlo.
Pasar el humo por la estancia visualizando cómo se lleva todo lo negativo. Es el momento de entonar algún mantra o hacer alguna oración que ayude a lograr el objetivo del ritual.
Si antes de finalizar la purificación o hacer el recorrido por el lugar dejara de echar humo, se acercaría de nuevo a la llama de la vela, repitiendo el proceso anterior.
Si se dispone de una pluma, se apoya el atado de hierbas en el recipiente sosteniéndolo con una mano y con la otra se coge la pluma, moviéndola sobre el humo para que éste se disperse.
La pluma es un objeto mágico presente siempre en los ritos chamánicos de diferentes culturas, que aporta al ritual de purificación el significado sagrado del animal al que pertenece. Es también un símbolo que se corresponde con el elemento Aire, por lo que nos conecta en espíritu con los elementales de este reino. Sirve también de ayuda en el proceso de encendido y para avivar la Salvia, en vez de soplar sobre ella.
Finalmente, después de sahumar con la Salvia, abrir las ventanas para que todo lo malo pueda salir al exterior.
La Concha de Abulón
Cabe señalar que, desde las más antiguas ceremonias indígenas y prácticas chamánicas, se utilizaba para los rituales de purificación con atados de hierbas o Palo Santo, una concha de Abulón, ya no solo con el objeto de recoger las cenizas sobrantes de la quema sino porque se le suponían cualidades muy especiales que la elevaron también a la condición de amuleto.
Se cree que la concha de Abulón es capaz de proteger a su portador ayudándolo en su equilibrio espiritual y emocional, posicionándolo al tiempo, en un alto nivel de bienestar y serenidad. Ejerce una función muy positiva en el lugar donde se coloque, sobre todo si se posiciona cerca de las plantas. Debido a su radiante colorido expande vibraciones energéticas de alegría y optimismo en el ambiente.