Antes de dar comienzo a cualquier ritual mágico, debemos elegir minuciosamente, el día, la hora, el planeta, las entidades a quienes se va a dirigir el ritual, los materiales que se van a necesitar para su ejecución y además, debemos prepararnos mentalmente, guardando una imagen clara en el pensamiento, del propósito mágico a conseguir.
Existen también otros factores fundamentales que deben tenerse en cuenta, si deseamos que el Ritual Mágico se lleve a buen término.
La Firmeza del Deseo o la Voluntad
Cuanto más fuerte es el deseo o el interés, más fuerte es el poder para lograr el objetivo cumplido, a pesar de lo difícil que parezca.
Cuando en la magia logramos unir la fuerza del deseo con la voluntad, se consigue que cualquier ritual funcione.
La Paciencia
La magia requiere su tiempo y la paciencia es un ingrediente primordial que nunca debe faltar.
Aunque en muchas ocasiones se obtienen resultados de forma rápida, la mayoría de los rituales o hechizos necesitan mucho más tiempo. Incluso, en ocasiones, es necesario repetirlos de nuevo o reforzarlos.
Sin embargo, debemos tener por seguro que, con paciencia, el resultado se logrará.
Preparar el Cuerpo Físico
Se debe despojar el cuerpo físico de malas energías que puedan impedir un buen resultado del ritual, para ello es recomendable una limpieza energética mediante baños espirituales.
Podemos servirnos de las plantas para estas limpiezas espirituales, teniendo en cuenta que hay plantas masculinas y plantas femeninas.
Las plantas masculinas poseen energías de vibración fuertes, por lo que se utilizan para la protección, romper embrujos, conservar la salud o la fuerza y en general, en cualquier baño purificante.
Como plantas masculinas podemos encontrar la Ruda, el Romero, el Trébol, la Verbena, Heliotropo, el Serbal o la Salvia.
Las plantas femeninas se caracterizan por tener una energía de vibración más suave, utilizándose así para aumentar la belleza, atraer el amor y la felicidad, favorecer la suerte y las ganancias o despertar la intuición.
Algunas plantas femeninas son la Melisa, Milenrama, Llantén, Malva, Tomillo, Vetiver, el Jazmín o la Hiedra.
Después del baño, es apropiado utilizar ropa limpia y cómoda. Si se desea se pueden vestir trajes especiales, como túnicas o prendas con símbolos esotéricos. También se pueden usar tapetes para cubrir el Altar con colores acordes al propósito del ritual.
Despejar la mente y conectar con el Espíritu
Para encontrar la unidad con el Espíritu se debe dirigir la atención al corazón y con los ojos cerrados, respirar varias veces profundamente, sintiendo el contacto interno con la Divinidad.
Limpiar el Espacio Sagrado
De igual manera que los objetos se llenan de polvo y hay que limpiarlos, las vibraciones energéticas de un lugar pueden estar también sucias y cargadas de mala energía. Por tanto, el espacio sagrado, que es el lugar donde se va a efectuar el ritual, ha de estar limpio y purificado pues en él se van a convocar las más altas energías divinas.
Estas limpiezas pueden llevarse a cabo trabajando con los elementos.
Este paso no será necesario si el ritual se hace al aire libre, pues la Madre Tierra absorbe constantemente las negatividades transformándolas en energía limpia y pura.
Cuando se hayan tomado en consideración estos pasos, se puede iniciar el ritual mágico que se desee. Una vez concluya el ritual, se puede practicar la Ceromancia, o lectura de la cera de las velas, pues según arda y caiga la cera, se nos estarán revelando signos y señales sobre la culminación del ritual.
También se puede hacer una lectura de Tarot, Runas o cualquier otro Oráculo adivinatorio para observar y predecir el desarrollo del ritual.