Una antigua leyenda gallega cita que las almas puras se convierten en estrellas y en su viaje al Más Allá, estas almas forman el Camino de Santiago. Si corren veloces formarán las estrellas fugaces, a las que de tres deseos pedidos, uno de ellos será cumplido.
Desde muy antiguo se viene observando el Cielo e interpretando las estrellas. A estos expertos se les conocía con el nombre de Estrelleros y se encargaban de predecir el sino del recién nacido según las estrellas que estuvieran en el Cielo al momento de nacer.
Hoy en día, son los Astrólogos y es la Astrología la ciencia que estudia la acción de los cuerpos celestes sobre los objetos tanto animados como inanimados y la reacción de éstos ante esas influencias.
Muchas culturas, como la hindú, la china, la maya y otras más, le han atribuido importancia a los eventos astronómicos, por lo que desarrollaron elaborados sistemas para predecir los eventos terrestres basándose en las observaciones de la bóveda celeste.
En Occidente, la Astrología muy a menudo consiste en un sistema de horóscopos —diagrama que representa al cielo al momento de algún evento—, y en la interpretación o lectura de la Carta Astral —gráfico que representa al firmamento al momento del nacimiento de una persona—, lo que les permite a la mayoría de astrólogos comprender el pasado, conocer el presente y predecir el futuro, buscando así explicar las características de la personalidad de un individuo basándose en las posiciones del Sol, la Luna y otros cuerpos celestes.
Estrella de 5 puntas
En la Magia, una de las estrellas más relevantes es la estrella de cinco puntas, también llamada pentagrama o pentalfa.
El pentagrama es un símbolo cargado de grandes y misteriosos poderes y expresa el dominio del Espíritu sobre los Elementos. Con este signo mágico el hombre puede dominar a las criaturas elementales del Fuego, el Aire, el Agua y la Tierra.
Cuando la estrella de cinco puntas está inscrita en un círculo, recibe el nombre de pentáculo. De esta forma, se convierte en una pieza clave en tradicionales ritos paganos, utilizándose como representación primaria del Elemento Tierra.
El pentagrama está considerado como el pentáculo de la felicidad y desde hace mucho tiempo se viene utilizando esta estrella como talismán para la salud y la protección tanto física como espiritual.
Cuando un solo rayo de esta estrella apunta hacia arriba, representa el cuerpo del hombre, con las piernas separadas y los brazos abiertos. En esta posición su simbología representa la unidad y el poder de la acción del hombre.
Ejerce su influencia preservando de los ataques externos ya que las fuerzas del mal se alejan ante este símbolo y los espíritus menos evolucionados se detienen ante su presencia, haciendo huir a los espíritus tenebrosos. Representa la luz, al hombre avanzando hacia el espíritu.
En cambio, si tiene hacia arriba dos rayos, o sea, colocado en posición invertida, se convierte en símbolo del animal, del macho cabrío. Mediante esta inversión, el hombre sabio, símbolo del bien, se transforma en la bestia que el Apocalipsis de San Juan indica con el número 666. De esta manera, atrae a los espíritus tenebrosos pues representa la oscuridad. En este caso, no es el hombre quien domina a la materia, sino que el hombre es dominado por la materia. Representa la oscuridad y el hombre no avanza, pues se pierde en ella.
Tetragrammaton
En el talismán esotérico comúnmente conocido por Tetragrammaton, (término griego que hace referencia a la palabra hebrea de cuatro letras יהוה, transliterada como YHVH y que la Biblia hebrea emplea como nombre propio del Dios único de judíos, samaritanos y cristianos) aparecen distintas simbologías, como los ojos, que representan la vigilancia del Espíritu; los signos astrológicos de Marte, Venus y Mercurio; los nombres de Adán y Eva en hebreo, representando los pilares sobre los que descansa la humanidad; y entre otros, el cáliz, el cetro, la espada, la estrella de Salomón, y el pentagrama, al que los gnósticos llaman también estrella flamígera.
Los antiguos magos utilizaban conjuntamente el símbolo de la estrella de cinco puntas, que representa al microcosmos con el símbolo de la estrella de seis puntas, que representa el macrocosmos, y trazaban el signo del pentagrama en el umbral de la puerta o lo llevaban encima a la hora de realizar las ceremonias o los rituales mágicos, pues los malos espíritus no pueden pasar por donde esté expuesta esta estrella, ya que su poder hace que huyan aterrorizados los fantasmas y los demonios.
La Estrella de 6 puntas
Este hexagrama es uno de los mayores pentáculos que existen, pues en él se encierran todos los conocimientos mágicos, todas las fuerzas de la tradición y todos los secretos del esoterismo, por lo que era frecuente encontrarlo inscrito en las túnicas ceremoniales de los magos. Se conoce también con el nombre de estrella de David.
La estrella de David, además de ser el símbolo central del judaísmo, es considerada en el mundo esotérico, como un símbolo poderoso, que fue muy popular en la preparación de los amuletos. Es un signo que representa el macrocosmos, un hexagrama formado por dos triángulos equiláteros superpuestos. El triángulo que está derecho representa al Elemento Fuego mientras que el triángulo invertido representa al Elemento Agua.
En la Edad Media se utilizaba para preservar a su portador del fuego y de ataques enemigos. Hay que considerar también que tanto en la antigüedad como en el medievo, el número seis era percibido simbólica y matemáticamente como un número perfecto.
Según los antiguos hebreos, representa la unión del Cielo y la Tierra, del fuego con el agua, de lo masculino con lo femenino y del cuerpo con el alma, en consecuencia, la unión del Espíritu con la materia. Para los egipcios, los dos triángulos entrelazados, suponen un signo de fertilidad que representa la unión sexual entre la Diosa Astarot y el Dios Tamuz.
Cuando el hexagrama está circunscrito por dos círculos y en él se insertan los símbolos de los siete planetas, el nombre de la Gran Obra, Agla, y el Alfa y el Omega, para referirse al principio y al fin, recibe el nombre de Sello de Salomón. A cada una de las puntas del hexagrama se le atribuye un planeta, residiendo el Sol en el centro.
El sello de Salomón no solo es una de las más poderosas herramientas reservadas al mago para la práctica de la Alta Magia, sino que está considerado uno de los mejores talismanes que puede llevar cualquier persona sin conocimientos mágicos, para atraer la buena suerte en todos los ámbitos de la vida.
En la magia ceremonial con el pentagrama se realiza el Ritual de Invocación y Expulsión no solo para la protección del mago sino para invocar a los Elementos. El hexagrama también tiene un Ritual de Invocación y Expulsión aunque con él se invocan las fuerzas del Árbol de la Vida Cabalístico y las fuerzas de los siete planetas.
